viernes, 24 de diciembre de 2010

La mina de Seldelhaya (Udias) y la cueva del Rescaño. Cantabria

Crónica de la salida a los Soplaos de Udias. 17,18 y 19 de septiembre de 2010.

Club Abismo de Espeleologia

Viernes
Fuimos llegando con cuentagotas al hotel en Cabezón de la Sal, donde nos habíamos citado 14 amigos, del club abismo, del GMM de Madrid y allegados. Después de la cena, Luis nos dio una explicación sobre la geología y los métodos mineros en la zona, y el porqué de los Soplaos, típico fenómeno de “enlace” cueva – mina. Rotos que estábamos nos fuimos a dormir tras la charla; ¿No seria por eso que nos entró sueño?

Sábado. Caverna de Udias y mina de Seldelhaya
Éramos un nutrido grupo de 13 personas, con Paco Fernandez y Carmen Valls (Paco y Mamen para nosotros), nuestros fantásticos guías - profesores locales. Paco Cuesta, Rebeca Martín, Paco Toquero Miguel y familia y Luis Jordá de Abismo; Ramón Arenas y Eloy Carrillo del Grupo Mineralogista de Madrid y nuestros amigos Julio Verdejo y Almudena.
Entramos en el complejo de la cueva del Rescaño – mina de Udias a través de la bocamina de Seldelhaya. No sin antes Paco Fernandez darnos una estupenda charla sobre las minas del entrono y la geología del polje de Udías. Avanzamos por la galería principal del nivel de calle, hasta llega a una gran cámara. Allí se encuentran las ruinas del cabestrante del plano inclinado. Descendemos el plano inclinado hasta un nivel inferior el cual seguimos por una larga galería, con pocas bifurcaciones y un nuevo plano inclinado algo más corto pero con más pendiente. La mina prosigue hacia arriba y alrededor del inicio de este plano por lo que debemos ser observadores a la vuelta. Este segundo plano lleva a otro sistema de galerías. Siguiendo la principal llegamos al primer soplao de la cueva del Rescaño.
Avanzamos algo mas hasta una cámara a la que descendemos por un pasamanos de madera podrido y peldaños tallados, al fondo de esta cámara en uno de los lados se abre una corta galería que nos lleva a un resalte de algo más de 4 m. con una escala de hierro.

Esta escala nos deposita en el llamado sector minero de la cueva el Rescaño. Según bajamos a nuestra derecha prosigue la zona virgen de la cueva, mientras que a nuestra izquierda el piso de la cueva ha sido acondicionado para conectar con la mina de Novales.
Llegamos así tras un buen paseo hasta el cale con la mina de Novales., girando a nuestra izquierda pasamos por una zona virgen con bellas formaciones hasta la llamada gatera.
Desde la bocamina nos ha levado 2 horas.
Deshacemos lo andado, y pasado el cale comemos unas vituallas. A paso ligero regresamos a la boca de la mina. No sin antes desviarnos en la primera sala – cabestrante para que Paco y Mamen bromeen con “que se va el tren”. Llegamos a una sala de compresores o maquinas con restos de un tejado que asemeja verdaderamente a una estación de tren abandonada ¡bajo tierra!

En el bar de La Gándara, nos despedimos de Paco y Mamen nuestros fantásticos guias, grandes conocedores de las cuevas y minas de Cantabria.
Comemos abundantemente y damos un paseo de 3 km ida y 3 vuelta al pozo Madroño.
De vuelta a nuestro hotel en Cabezón de la Sal, salimos todos a cenar juntos, después nos fuimos animando y la mitad salimos de ”marcha”, hasta acabar en el bar de enfrente del hotel. Allí Julio Verdejo y Luis Jordá, verdaderos paquetes del futbolín, estuvieron a punto de pasar por debajo. Sólo los salvo las malas prácticas de Luis, que marco un cutre gol mientras el contrario se encendía un cigarrillo. De los dardos mejor no hablar, pues a la diana le salieron telarañas…

Domingo. Mina Buenita
Madrugamos (relativamente) y desayunamos a gusto en el restaurante de La Gándara de Udías. Aunque varios nos pusimos los arneses, al final sólo 4 descendimos a la cueva – Mina Buenita: Ramon Arenas, Eloy Carrillo, Rebeca Martín y Luis Jordá. ¿Porqué? Ahora lo desvelaremos…
La mina Buenita interceptó mediante un soplao una preciosa cavidad con una sala de extraordinarias formaciones excéntricas, verdaderamente dignas de ver. Solo hay un alto precio a pagar para llegar a ellas, y es rapelar una rampa de 4 metros en una cloaca…Bueno no es sensu stricto una cloaca, pues debió de ser un pocillo minero, pero…ya no.
Usamos un fantástico croquis con indicaciones de Paco Fernandez Ortega, quien ya nos había advertido de la inmunda entrada, pero como él dijo, ¡vale la pena!
Foto: el equipo que iba a bajar… al final los olores echaron para atrás a la mitad. Tal vez los que entramos es que tenemos el olfato poco desarrollado.
Accedimos por la que creemos que es la única entrada actualmente practicable a mina Buenita, puesto que la bocamina principal esta tapiada y desconocemos si hay alguna sima que acceda a ella. La entrada es un pocillo – rampa secundario utilizado actualmente como cloaca de las casas de La Gándara. Atamos la cuerda a un árbol próximo y descendemos uno de los ràpeles mas infames que jamás hayamos hecho. Una vez debajo de este corto rapel, se abre una sala al fondo por la que no debemos proseguir, hay algunos restos de formaciones y cámaras y pilares mineros de pequeña entidad. Tomamos una galería a nuestra izquierda que se abre a la galería principal de la mina. A nuestra derecha está la boca tapiada, avanzamos a la izquierda los cuatro intentando que se nos vaya el infecto olor, nos olemos los monos, metemos la nariz en el barro, no hay manera. Al cabo de un rato de paseo se nos pasa.
Debemos abandonar la galería principal por otra galería a la izquierda nada mas pasar un polvorín. Después volvemos a girar a la izquierda siguiendo flechas pintadas. (si seguimos a la derecha accederemos a una amplia zona de mina con galerías y amplias cámaras. Seguimos por nuestra galería y enseguida a nuestra izquierda se abre una cueva natural. Aquí varias cámaras con pocas formaciones, descendemos una rampa y enseguida llegamos a un pozo equipado, debemos bordearlo dejándolo a nuestra izquierda para llegar a un corto y cómodo pasamanos que nos deja en una repisa donde bajamos un pocillo de unos 6 metros con un desviador. Tras este rapel ya estamos en zona de cueva con muchas mas formaciones. Nada mas bajar si avanzamos a la derecha junto a un muro veremos dos pequeñas pero bonitas salas con estalactitas y estalagmitas. Regresamos al final del ràpel, por un lado una galería se ciega, por el otro descendemos una galería muy ancha, casi una sala por escalones tallados en la roca. Llegamos a una gran sala la cual debemos de continuar hacia adelante, remontándola, pasando bloques hasta que se abre frente a nosotros un ventano, lo descendemos y frente a nosotros hay una nueva cuesta, esta vez de barro, que acaba en el techo en una pequeña gatera.
Tras esta se abre una preciosa sala de excéntricas, a nuestra derecha hay unas pocas, frente a nosotros una dolina y bordeándola por la izquierda llegamnos a la sala principal con todo el techo cubierto de excéntricas, ojo a l pozanco que se abre al final.
Deshacemos lo andado y tras dos horas desde nuestra entrada nos encontramos de nuevo frente al infame rapel de la cloaca. Subimos como alma que lleva el diablo y salimos directos a por unas merecidas cervezas.
Fuera nuestros amigos nos preguntan si mereció la pena y respondimos sin dudarlo que si. Pero caray que mal trago…

Resumen del fin de semana.
La verdad es que ha sido un gran fin de semana en todos los aspectos. Por un lado actividades algo diferentes de la espeleología clásica, por otro el reunirnos personas de grupos y edades tan variopintos. Una experiencia claramente repetible.
Nos queda mucha cueva y minas por recorrer en la zona de Udias-Novales

Luis Jordá. Septiembre de 2010.

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